El 26 de junio de 2002, en las inmediaciones de la estación ferroviaria de Avellaneda, fue brutalmente reprimida la manifestación de una organización de desocupados. En la persecución fueron asesinados por efectivos de la Policía Bonaerense los jóvenes Maximiliano Kosteki y Darío Santillán.
Han pasado diez años, y con ellos un proyecto nacional y popular que con Néstor y Cristina supo transformar la realidad de la Argentina. El 26 de junio de 2012 nos encontró en el Microestadio de Racing Club de Avellaneda con cientos de jóvenes unidos y organizados, brindado homenaje a aquellos militantes que dieron su vida luchando con valentía por un país diferente.
Al acto concurrieron el Jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, el Vicegobernador de la Provincia de Buenos Aires, Gabriel Mariotto, Andrés “Cuervo” Larroque, Juan Cruz Daffunchio, Mariano Recalde, Juan Cabandié, Mayra Mendoza, José Ottavis, Gallego Fernández, Nahuel Beibe, Roberto Baradel, Horacio Pietragalla, Luis D’elía, Edgardo Depetri, Nicolás Barreto, Tito Nenna, Jorge Ferraresi, Gustavo Cocconi, Pablo Zurro, José Inza, Aldo San Pedro, entre otros.
Desde las 15 hs., todas las agrupaciones encolumnaron flameando sus banderas y cantando sin parar hasta el inicio del acto a las 19 hs.
Luego de un emotivo video que narraba la masacre con testimonios de Maxi y Darío, y los discursos de Néstor y Cristina como antítesis de aquella argentina devastada por el neoliberalismo, el secretario general de SUTEBA, Roberto Baradel, se dirigió a los presentes manifestando el dolor y la tristeza del hecho, y aclaró “Franchiotti se tiene que quedar en la cárcel común sin ningún tipo de privilegios”. Agregó que la Argentina merece libertad y democracia sindical que defienda realmente los derechos de los trabajadores y no que sea parte de los sectores de privilegio. Baradel mencionó también “Si lo tocan a Lugo, nos tocan a todos”, refiriéndose a la situación que están viviendo los hermanos paraguayos.
A su turno, Gabriel Mariotto expresó que desde la dictadura de Martínez de Hoz hasta la muerte de Maxi y Darío en 2002, donde se tenía un 25% de desempleo, los argentinos cuentan con un país sumamente distinto gracias a Néstor y Cristina. El cambio fue transformador con la llegada de Néstor que fue el emergente de un pueblo movilizado. Y aseguró “Esa matriz policial, liberal y conservadora que mató a Maxi y Darío se va a combatir con la militancia y la participación, para seguir trabajando por una Argentina cada vez más inclusiva, con más producción y más trabajo.”
También se dirigió a los presentes Juan Cruz Daffunchio del Movimiento Aníbal Verón, quien aclaró que en cada momento de la historia los pueblos siempre encontraron la forma de resistir. “Eran dos pibes jóvenes que marcaron un sector de esa época, la única forma era revelarse, ponerse al frente de los que defendían los intereses foráneos”.
Manifestó también “Néstor fue el presidente que más piquetes se aguantó y nunca nos reprimió. Con él fuimos saliendo de la resistencia y con Cristina ya somos parte de la construcción de este proyecto nacional, popular y democrático que es lo único que puede seguir transformando la realidad de la Argentina para que no vuelvan nunca más aquellos oscuros tiempos”.
Por último, el jefe de gabinete Abal Medina consideró justo, correcto y necesario el homenaje a aquellos jóvenes que perdieron su vida luchando contra la injusticia. Recalcó la calidad moral de Néstor y expresó “Hoy tenemos la suerte, el orgullo y la alegría de tenerla a Cristina conduciendo la Patria, ya que es por ella que en medio de la crisis mundial, Argentina sigue de pie y para adelante”.
Pronunció finalmente “Lo que le duele al poder es ver a los jóvenes apoyando incondicionalmente y a rajatabla el modelo nacional, porque los militantes siempre tuvimos que resistir, ir en contra y ahora tenemos la enorme posibilidad de construir junto a Cristina el país que nos merecemos”; y agregó “por el recuerdo de Néstor, Darío y Maxi, a militar y dar la vida por la Argentina con ganas, con fuerza y participación”.
El acto culminó, y las organizaciones permanecieron cantando al ritmo de los bombos por mucho tiempo más. Esta fue la fiel demostración de que Néstor y Cristina cambiaron totalmente la realidad del país, demostrando con hechos que es posible transformar, trabajando día a día con esfuerzo y convicción.
Néstor, Maxi y Darío, viven en cada conquista del Proyecto Nacional.
Han pasado diez años, y con ellos un proyecto nacional y popular que con Néstor y Cristina supo transformar la realidad de la Argentina. El 26 de junio de 2012 nos encontró en el Microestadio de Racing Club de Avellaneda con cientos de jóvenes unidos y organizados, brindado homenaje a aquellos militantes que dieron su vida luchando con valentía por un país diferente.
Al acto concurrieron el Jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, el Vicegobernador de la Provincia de Buenos Aires, Gabriel Mariotto, Andrés “Cuervo” Larroque, Juan Cruz Daffunchio, Mariano Recalde, Juan Cabandié, Mayra Mendoza, José Ottavis, Gallego Fernández, Nahuel Beibe, Roberto Baradel, Horacio Pietragalla, Luis D’elía, Edgardo Depetri, Nicolás Barreto, Tito Nenna, Jorge Ferraresi, Gustavo Cocconi, Pablo Zurro, José Inza, Aldo San Pedro, entre otros.
Desde las 15 hs., todas las agrupaciones encolumnaron flameando sus banderas y cantando sin parar hasta el inicio del acto a las 19 hs.
Luego de un emotivo video que narraba la masacre con testimonios de Maxi y Darío, y los discursos de Néstor y Cristina como antítesis de aquella argentina devastada por el neoliberalismo, el secretario general de SUTEBA, Roberto Baradel, se dirigió a los presentes manifestando el dolor y la tristeza del hecho, y aclaró “Franchiotti se tiene que quedar en la cárcel común sin ningún tipo de privilegios”. Agregó que la Argentina merece libertad y democracia sindical que defienda realmente los derechos de los trabajadores y no que sea parte de los sectores de privilegio. Baradel mencionó también “Si lo tocan a Lugo, nos tocan a todos”, refiriéndose a la situación que están viviendo los hermanos paraguayos.
A su turno, Gabriel Mariotto expresó que desde la dictadura de Martínez de Hoz hasta la muerte de Maxi y Darío en 2002, donde se tenía un 25% de desempleo, los argentinos cuentan con un país sumamente distinto gracias a Néstor y Cristina. El cambio fue transformador con la llegada de Néstor que fue el emergente de un pueblo movilizado. Y aseguró “Esa matriz policial, liberal y conservadora que mató a Maxi y Darío se va a combatir con la militancia y la participación, para seguir trabajando por una Argentina cada vez más inclusiva, con más producción y más trabajo.”
También se dirigió a los presentes Juan Cruz Daffunchio del Movimiento Aníbal Verón, quien aclaró que en cada momento de la historia los pueblos siempre encontraron la forma de resistir. “Eran dos pibes jóvenes que marcaron un sector de esa época, la única forma era revelarse, ponerse al frente de los que defendían los intereses foráneos”.
Manifestó también “Néstor fue el presidente que más piquetes se aguantó y nunca nos reprimió. Con él fuimos saliendo de la resistencia y con Cristina ya somos parte de la construcción de este proyecto nacional, popular y democrático que es lo único que puede seguir transformando la realidad de la Argentina para que no vuelvan nunca más aquellos oscuros tiempos”.
Por último, el jefe de gabinete Abal Medina consideró justo, correcto y necesario el homenaje a aquellos jóvenes que perdieron su vida luchando contra la injusticia. Recalcó la calidad moral de Néstor y expresó “Hoy tenemos la suerte, el orgullo y la alegría de tenerla a Cristina conduciendo la Patria, ya que es por ella que en medio de la crisis mundial, Argentina sigue de pie y para adelante”.
Pronunció finalmente “Lo que le duele al poder es ver a los jóvenes apoyando incondicionalmente y a rajatabla el modelo nacional, porque los militantes siempre tuvimos que resistir, ir en contra y ahora tenemos la enorme posibilidad de construir junto a Cristina el país que nos merecemos”; y agregó “por el recuerdo de Néstor, Darío y Maxi, a militar y dar la vida por la Argentina con ganas, con fuerza y participación”.
El acto culminó, y las organizaciones permanecieron cantando al ritmo de los bombos por mucho tiempo más. Esta fue la fiel demostración de que Néstor y Cristina cambiaron totalmente la realidad del país, demostrando con hechos que es posible transformar, trabajando día a día con esfuerzo y convicción.
Néstor, Maxi y Darío, viven en cada conquista del Proyecto Nacional.
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