En contraste a los “cacerolazos”
que sucedieron en algunos barrios de Capital Federal, movilizados por sectores
de la sociedad que ven tocados sus intereses de clase, los compañeros de La Cámpora la Boka compartieron una olla
popular junto a los chicos de la “Escuelita La Boca Futbol Club”.
La misma, se desarrollo en Plaza
Solís bajo el lema “En la Boca las
cacerolas no suenan. En la Boca las cacerolas son nacionales, populares y para
los pibes”
En la actividad, estuvieron
presentes los chicos que juegan y entrenan en la escuela, los padres que están
a cargo de la misma, militantes y el referente de La Cámpora en la Boca,
Emmanuel Stasi.
La iniciación comenzó bien
entrada la tarde, en la UB Ángela María Aieta de Gullo, cita en Almirante Brown
1450, cuando militantes y padres se reunieron con el fin de comenzar a preparar
lo necesario para llevar a delante la actividad.
Paralelamente al entrenamiento de
los niños, el fuego se iba encendiendo e íbamos preparando la cena que
compartimos entre todos, fomentando siempre la solidaridad, el trabajo y el
esfuerzo colectivo, como valores fundamentales para construir una sociedad cada
vez más justa y con la intención de reconstruir esos lazos sociales que el
neoliberalismo vino a aniquilar.
Para llevar a cabo la actividad,
cada uno colaboró y aporto para que se pudiese desarrollar, porque conocemos, sentimos
y servimos al pueblo del que somos parte y por sobre toda las cosas. Creemos
que este es el camino que nos marca día a día nuestra presidenta a la hora de profundizar
e institucionalizar este Proyecto Nacional y Popular.
Cómo nos instruye repetidamente
“Debemos recordar que cuando estuvimos divididos nos fue mal”. Por eso, sabemos
que la unidad y la organización de nuestro pueblo no es solo una bonita consigna,
sino, que se sustenta y se hace realidad en cada uno de nuestros actos cotidianos.
A pesar de lo que ciertos medios
monopólicos quieren hacer creer, somos una amplia mayoría la que apoya a
Cristina y a este modelo de crecimiento con inclusión social que se inicio en
el año 2003, contra una minoría que hoy ve perder sus privilegios que por
muchos años fueron mantenidos gracias al hambre y el sufrimiento de nuestro
Pueblo.
Las risas, el ámbito y las
charlas que se generaron en la plaza se hicieron oír en todo el barrio de La
Boca, porque estamos convencidos que nada bueno se puede hacer sin alegría y
porque sobre todas las cosas, como nos dijo Jauretche, sabemos que “La
multitud no odia, odian las minorías, porque conquistar derechos provoca
alegría, mientras perder privilegios provoca rencor".
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